Encendí un cigarrillo y una tía mía dice: «Eso es veneno». Yo le dije: «No. Yo sé lo que envenena». Hace muy poco tiempo, en una calle al costado de una villa en Lanús, un árbol que llegaba al piso, pasa un patrullero y ve salir una piba de 19 años con un pibe de 23, con un Tramontina en la mano, con sangre. «¿Qué hicieron, qué hicieron?» – «No, nada, nada». Fueron abajo, habían parido al bebé y le habían hecho treinta y cinco tajos… ¡y estaba vivo! Yo sé lo que envenena. Una señora en Córdoba, obesa ella, no se le podía ver el embarazo, parió al bebé en el inodoro, lo puso en dos bolsas de consorcio negras, le hizo un nudo, subió a la terraza, lo tiró a un volquete con cascotes, cayó el bebé. A las seis de la mañana un matrimonio de un hombre grande, que no podían tener hijos, la mujer abrió y dijo: «Escucho llorar un bebé» – «¡Callate viejo! ¿Que vas a escuchar?» Abrieron y estaba vivo… ¡y se lo dieron otra vez a la madre!
Yo… yo sé lo que envenena, hermano.
Ricardo Iorio
Este tremendo relato de Iorio es el que da nombre a la película que quiero recomendar. No sabía de su existencia, me apareció ahora en Youtube, completa. Tras todo el revuelo que ocasionó la muerte de Ricardo, parece que el director decidió subirla gratis, de todos modos pude ver que ya estaba disponible en Cine.Ar (nuestro Netflix nacional y popular), junto otras tres películas de su autoría, de las cuales ya vi una más, y seguiré viendo, pero ese es tema para otro post.
Se trata de una comedia, o comedia dramática, si se quiere, que toma como eje central al Metal Pesado, o más precisamente, a su máximo emblema: Ricardo Iorio.
No quiero entrar mucho en detalles, véanla, porque está disponible y gratis en todos lados. Pero básicamente la historia va de tres amigos que viven juntos; uno hace fletes con su moto, otro es hijo de un sindicalista del campo (Claudio Rissi, ¡maestro!) que quiere dedicarse a la actuación, y el tercero es un mecánico metalero que toca la guitarra en una banda y ama a Iorio por sobre todas las cosas.
Cine argentino independiente del bueno, y encima acompañado de la música del Richard. Cada tanto suenan fragmentos reversionados de «Se Vos», un detalle sutil y genial en partes iguales.
La dejo por aquí, para más comodidad. Pero también podés verla en Cine.Ar Play.